Historia de La Villa de San Sebastian de La Gomera

ZURRÓN NÚMERO 14

Sábado Día 14 de Febrero del 2009

Historia de la Villa de San Sebastián de La Gomera

Buenos días Tere, buenos días radioyentes de Radiodoramas.

Antes que nada felicidades a todos los enamorados.

Hoy vamos a Viajar a una isla que fue considerada por los europeos como punto de partida hacia las americas, sirvió incluso como lugar de avituallamiento de Piratas.

No existe fundamento alguno para mantener la afirmación de Leonardo Torriani según la cual la Villa de San Sebastián fue fundada por Juan Bethencourt el 21 de enero de 1440. Fuentes más fidedignas, como la de Azurara, nos indican a Maciot de Bethencourt como el primero de los conquistadores que intentan la penetración en la Isla.

Fue Hernán Peraza el "Viejó”el primero en tomar posesión del lugar que hoy ocupa San Sebastián, inclinándonos por una fecha en torno a 1440. Peraza el "Viejo” sin llegar a dominar la Isla, funda las primeras edificaciones. Tres son las construcciones propias de estos momentos iniciales: la casa, el templo y la fortificación.

El futuro pueblo partiría de dos polos esenciales en torno a los cuales comenzaría el poblamiento: la casa señorial y la iglesia, de hecho son los sitios que van a encauzar la futura Calle Real, calzada principal del municipio.

Tuvo que pasar un siglo y medio para que San Sebastián contara con un documento gráfico, pero no cabe duda que desde finales del siglo XV presentaría un aspecto similar al que tuvo durante los tres siglos siguietes. En este rápido desarrollo (siglos XV-XVI) tendría un valor fundamental el movimiento del puerto y las actividades que derivan de él: tabernas, figones, posadas, prostíbulos, además de casas y talleres de artesanos.

En octubre de 1554 llegó al puerto de San Sebastián la flota española, compuesta de sesenta naves y cinco galeones, permaneciendo en la rada durante 18 días. También se produjo el tráfico clandestino de personas que venían a San Sebastián como último punto de Europa para embarcar al nuevo continente.

D.Guillén Peraza, con su afán de grandeza, mejoró algunos aspectos de la población. Fundó el convento de los Santos Reyes que ocuparía el solar superior a la Torre, lo que significó un avance del pueblo más allá de su límite natural, el arroyo que se conocía con el nombre de la Barranquera.

LA VILLA A FINALES DEL SIGLO XVI

La ausencia de información gráfica se compensa a finales de 1500 con la descripción de dos personalidades: Leonardo Torriani, ingeniero italiano, enviado por orden de Felipe II a las islas con la finalidad de que elaborara un plan de defensa para éstas; y Gaspar Frutuoso, viajero y escritor portugués.

Torriani escribe que la Villa poseía en 1588-90 doscientas casas, y la trama de casco es muy simple: cuatro manzanas con huerta en su interior además de los edificios singulares y un grupo de casas alineadas junto a la montaña. Esta disposición apenas cambió hasta los inicios de la pasada centuria.

Gaspar Frutuoso habla de 4 calles, de las cuales dos se pueden aún ubicar: la de San Francisco y la Calle Real, ambas finalizaban en la plaza mayor.

Quedaban por edificar las de Perotomé y la de Zamora, una de ellas era la actual Calle Trasera y la otra, la que hasta hace pocos años se deno­minó Calle de Arriba, o sea, desde la iglesia hasta la ermita de San Sebastián.

En el centro de la población se encontraba la Plaza Mayor, y frente a ella, el hospital de Santa Ana con una huerta en su lado posterior que denominaban como corral de Santa Ana. Un poco más arriba la desgraciada ermita de San Sebastián, fundada en 1535 y cuya vida fue un constante derrumbe y reconstrucción. A comienzos del siglo XVI, se construyó la casa del Cabildo, después de expropiar por la fuerza a Luisa del Castillo, su casa terrera. El resto de las edificaciones eran particulares, por su ubicación, las de las familias más importantes y las de mejor aspecto.

La ermita de San Sebastián continuaba a las afueras del pueblo ya reconstruida de la destrucción de los hugonotes. Al otro lado de la Barranquera se encontraban dos edificios: la Torre y el Convento de los Santos Reyes. Bastante alejada del pueblo, en la unión de los Barrancos de la Concepción y de la Villa, se hallaba la Ermita de la Concepción, erigida antes de 1537 y que en 1603 comenzaba la reconstrucción de su ruina. En la montaña del Buen Paso, también en las afueras, se encontraba la ermita del mismo nombre, hoy desaparecida. Finalmente, muy alejadas del casco pero en el término de San Sebastián se encontraban la Ermita de Guadalupe, patrona de la isla, y de Ntra. Sra. de las Nieves, levantada en 1556.

 

EL SIGLO XIX fue  un siglo fundamentalmente de cambios. La parroquia comienza perdiendo el monopolio de sus beneficios y la crisis económica da paso a un nuevo cultivo, la cochinilla, que marca grandes desequilibrios ocasionados por el deseo de enriquecimiento de los nuevos agricultores. En el último tercio de siglo, cambió la oligarquía y, la nueva, imponía sus gustos artísticos al construir sus casas o adquiría las antiguas reformándolas. Surge también una curiosidad por conocer las peculiaridades de cada lugar, los datos administrativos de las diferentes regiones y las estadísticas más diversas. Se repiten más a menudo los censos, se reiteran los padrones, aparecen los diccionarios administrativos y estadísticos.

San Sebastián contaba al final de la década de 1850 con un total de 1336 habitantes. Esta población comprendía un número superior de mujeres que de hombres, ya que la salida de personas hacia América afectó sobre todo al sexo masculino.

El movimiento natural de la población durante 1857-1861 presenta una tasa de crecimiento del 17% al año, con una de natalidad de 2,8% y una mortalidad de un 1,1%. La composición por edades muestra una población eminentemente joven, aunque la esperanza de vida en este periodo no supera los 35 años.

A mediados del siglo XIX la Villa presenta una estructura totalmente ad­ecuada a su tiempo, en donde la mayoría de la población pertenece al sector primario, y más concretamente, a la agricultura.

Frente a la gran cantidad de jóvenes existente, San Sebastián cuenta con una sola escuela de niños que alberga a 58 alumnos, cuya dotación asciende a 3.200 reales, distribuidos entre 3.000 para honorarios del maestro y 200 para material.

Las comunicaciones del término se canalizan a través de tres caminos: el de las Nieves, que iba desde la Villa a la Zarcita; el del Barranco de San Antonio (Barranco de la Villa) que iba de San Sebastián a la cumbre; y el de La Laja, que iba del Barranco de la Villa hasta el barrio con el mismo nombre.

Por último, el municipio contaba con un total de 442 edificios y 33 hogares, de los que estaban habitados normalmente 396.

San Sebastián de La Gomera es municipio y capital de la isla, con 107 Km 2 de superficie, siendo el segundo municipio más extenso en territorio. Posee una población de más de 7.000 habitantes, lo que supone un índice de unos 52 habitantes por Km 2 , duplicando el censo de principios de este siglo. Limita al norte con el municipio de Hermigua y al suroeste con el de Alajeró.

Está ubicado a 5 m de altitud, junto a la costa este de la isla concretamente en el estuario del Barranco de La Villa. La perspectiva que se ofrece desde la bahía es de un valle encajonado entre montañas. Está definido por el casco histórico de San Sebastián, que sigue conservando parte sustancial de su configuración original con cuatro grandes manzanas de casas. Al margen izquierda de la perspectiva se encuentra el barrio de El Calvario, situado en el lomo que lleva su mismo nombre, dotado con una sede social. En la parte alta del Calvario nos encontramos el barrio de Las Galanas, que cuenta con una sede social y una cancha deportiva. Justo en el margen derecho de la perspectiva aparece el barrio de La Lomada y por encima de éste se sitúa el barrio de La Gallarda, ambos poseen cancha deportiva y sede social, concentrándose en ellos un importante porcentaje de la población de San Sebastián.

Los orígenes de San Sebastián se sitúan hacia mediados o finales de la década de 1.440, cuando Hernán Peraza "El Viejo" tomó formal posesión del suelo que hoy ocupa la Villa, que había sido visitada anteriormente por otros conquistadores. Hernán Peraza bautizó la capital insular como San Sebastián, probablemente por la devoción que tenía este santo entre los castellanos.

Entre las primeras construcciones que se edificaron en esta época, destacan la Torre del Conde, la Iglesia de La Asunción, la Ermita de San Sebastián, la Casa de Colón y el Pozo de la Aguada, entre otros. Estas edificaciones se han rehabilitado por las instituciones locales, debido al desgaste ocasionado por el paso del tiempo, formando parte de un importante conjunto patrimonial y artístico. La Villa padeció reiterados ataques de piratas que la redujeron a la ruina en numerosas ocasiones, reponiéndose satisfactoriamente ante tales circunstancias.

Desde San Sebastián partió Colón hacia el Nuevo Mundo (América) el 6 de septiembre de 1.492 provisto de alimentos, agua y leña, de ahí su nombre de "Isla Colombina".

La economía actual del municipio se deriva en buena medida de la capital y el puerto de la isla, con el consiguiente desarrollo de la administración pública y de servicios, en especial de los transportes, el comercio y el turismo de visita.

La Villa ha sabido compaginar la arquitectura tradicional colombina con la construcción de modernas edificaciones como pueden ser el Parador Nacional de Turismo "Conde de La Gomera'; el Cabildo Insular o el Auditorio Insular "Infanta Cristina".

San Sebastián cuenta con zonas verdes significativas como es el caso del Parque de La Torre del Conde y lugares recreativos, como la Plaza de Las Américas y la Plaza de La Constitución, donde se realizan actividades lúdicas, sociales, culturales y deportivas (talleres, conciertos, fiestas, exposiciones, mercadillo). Hay que mencionar la importancia de la Avenida de Los Descubridores y El Paseo de Fred Olsen como espacio recreativo abierto, junto con el Muelle Deportivo y el Muelle Marítimo, puesto que no hay que olvidar la importancia que ha tenido el mar en la historia pasada y reciente de San Sebastián.

 

Queremos dar las gracias al dpto. de Cultura del Ayuntamiento de San Sebastián de la Gomera por la información obtenida.

 

Buen Fin de semana a todos y hasta el próximo zurrón